Renacida de Las Cenizas Novela

Capítulo 151

Matías frunció el ceño ligeramente.

Capítulo 151

Pronto dijo: “Mañana iré a hacer los trámites para que dejes la escuela, y en cuanto a ese tal Gonzalo, sería mejor que lo saques de tu corazón.”

Me lanzó una mirada fría y luego cerró la puerta de mi habitación de un portazo.

Quería ver si Fiorella se encontraba mejor, ya que apenas había recibido anestesia local para sus heridas y tuvo que soportar que le cosieran sin hacer mayor escándalo.

Ahora probablemente le dolía más.

Pero apenas intenté moverme, la cadena en mi pierna empezó a sonar sin parar, y solo pude saltar hasta la puerta.

Vi a Fiorella acurrucada en un rincón, su ropa estaba severamente rasgada.

Ignorando la cadena en mi cuerpo, corrí hacia ella, pero tropecé y caí directamente al suelo.

El fuerte ruido finalmente hizo que Fiorella, con la mirada vacía, levantara la vista hacia mí y luego comenzara a llorar desconsoladamente.

“¡Señorita Norma!”

“¡Fiorella!” Me arrastré hacia ella, viendo su cabello desordenado, su ropa desgarrada y las marcas de los latigazos, supe que había sufrido una tortura inhumana.

“¿Matías ha perdido la cabeza? ¿Cómo puede tratarte así?”

Fiorella, con una mirada de desolación y dolor, negó con la cabeza y luego asintió, tartamudeando: “Solo si me golpean, el joven maestro no lastimará a mi familia. Pero señorita Norma, ahora será muy difícil escapar. Escuché que han reforzado la seguridad dentro de los dos kilómetros alrededor de la villa, todos son hombres del joven maestro.” La abracé por los hombros, y ella inmediatamente comenzó a llorar aún más.

Me dolía verla así, incluso después de haber sufrido tanto, aún pensaba en sacarme de aquí.

Solo que ese día yo deliberadamente provocaba a Matías, siempre que él fuera a tramitar mi jubilación, Gonzalo seguramente se sentiría extraño, si me tenía en su corazón, seguramente investigaría.

Apostaba a que él sentía algo por mí.

De lo contrario, ¿por qué se acercaría intencionalmente a mí?

No podía ser solo para recompensar una dulzura que le di en el pasado.

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Capitulo 151

Por qué Gonzalo se había acercado a mí era algo que aún no sabía, pero estaba segura

vendría a rescatarme.

de que

Justo en ese momento, una nueva sirvienta entró: “Señorita Norma, el joven maestro dice que a partir de hoy soy la responsable de su alimentación. En cuanto a Fiorella, ahora tienes que ir a trabajar en la cocina, el joven maestro dijo que no mantendrá a personas ociosas.”

La sirvienta me trató con cortesía, pero fue fría y distante con Fiorella.

Fiorella, temerosa de desobedecer las órdenes de Matías, intentó levantarse apoyándose en la pared, pero la detuve, poniendo una mano en su hombro: “Descansa aquí. ¿Qué ayuda necesitan en la cocina? Hoy simplemente cocinen algo sencillo. ¿Cómo va a cocinar Fiorella en su estado?”

La sirvienta me miró con desdén: “¿Pretendes desobedecer las órdenes del joven maestro?”

Fiorella, asustada, intentó levantarse de nuevo: “Yo voy ahora mismo.”

“No írás,” dije enojada, mirando a la sirvienta y continué: “Matías te envió a cuidarme, así que soy tu ama. ¿Acaso quieres que le diga a Matías que me estás maltratando? ¿No ves la situación claramente? No importa lo que haya hecho, los castigados serán ustedes, los sirvientes. Si le digo ahora a Matías que me insultaste, ¿crees que no te tratará como a Fiorella?”

La sirvienta cambió de color al escuchar mis palabras.

Balbuceando, no pudo formular una respuesta completa: “Señorita Norma… yo… ya voy a prepararlo.”

“¡Asegúrate de incluir la porción de Fiorella!” Le hablé con la autoridad de una ama porque ya había visto claramente a Matías, él no me hará daño.

Podría lastimar a todos, menos a mí. Además, le tèmía a la idea de que me fuera o de me gustara alguien más.

que

Pensé que solo era posesivo, pero ahora de repente sentía que él no me amaba, solo era un amor enfermizo.

Después de que la sirvienta se fue, Fiorella, sosteniendo mi mano, llevó mis dedos a los lugares donde le dolía y, bajando la cabeza, dijo: “En realidad, mientras no intentes escapar, todo estará bien. Nadie más resultará herido. Solo tú estás sufriendo.”